Minstrel Valley: una nueva concepción de literatura.

Hace unas semanas descubrí por las redes un proyecto que llamó poderosamente mi atención. “Bienvenidos a Minstrel Valley” decía. Por aquel entonces la web a la que se remitía todavía no había abierto sus puertas, pero la simple presencia y publicidad inicial de aquel misterioso espacio hizo que lo dejara en la recámara hasta que viera la luz.

Comencé a seguir las redes y descubrí un proyecto literario que me sorprendió gratamente. El grupo Selecta, sello digital de Penguin Random House para literatura romántica, se embarcaba en una apuesta que hasta entonces (al menos desde mi ignorancia) no había visto antes.

Se trata de una visión literaria de regencia completamente novedosa, arriesgada y que tiene unos tintes fabulosos. Quince autoras de novela romántica se han juntado para dar vida a Minstrey Valley, un pueblecito ubicado en el condado de Hertfordshire en la Inglaterra de comienzos del siglo XIX.

El punto de partida, nexo común a todas ellas, es la llegada de Lady Acton tras muchos años de ausencia para crear una escuela de señoritas que lleva su propio nombre. El pasado y el futuro se entrelazan en la recreación de este pueblecito que cuenta con todos los detalles posibles –leyenda incluida– y que, con toda seguridad, nos trasladará a mansiones decimonónicas, algunos de los puestecitos y tiendas típicas de la época y también a lugares misteriosos e íntimos como el puente de las ánimas, las ruinas del castillo o el embarcadero de Swan.

La página web del proyecto (www.minstrelvalley.com) ya es una puerta abierta al siglo XIX que los amantes de la literatura romántica de Regencia a buen seguro van –vamos­– a disfrutar. Se han cuidado los detalles, imágenes, recreaciones y se abre un mundo a una concepción literaria distinta. Una literatura compartida y colectiva que comienza a dar vida y a cubrir de murmullos las calles de este pueblo.

Los libros, disponibles en digital, se van publicando periódicamente con el fin de poder avanzar conjuntamente en la colección. Para cada uno de ellos, la web también ha dispuesto una sección en la que conocer un poco mejor a los personajes principales y a fin de ir tejiendo el elenco de hombres y mujeres que darán vida al pueblo.

Y es que, precisamente, este último punto también está cuidado de manera sublime. En la web se nos presenta el plano –un bello plano, por cierto– con todas las ubicaciones en las que, presuponemos, sucederán muchas cosas a lo largo de la colección. Han tenido la delicadeza y prestancia para poder dibujar, como si de un videojuego se tratara, con un gusto merecedor de este tipo de novelas, las ubicaciones, las pequeñas casitas conjugadas con otras más solariegas, la iglesia como punto central de un pueblo, los lagos –misteriosos presuponemos–, las ruinas, el ayuntamiento, la lechería, las caballerizas Bissop y cualquier otro punto relevante para nuestra estancia en Minstrel.

Es aquí donde se detecta todo este trabajo entre bastidores para dar vida a un proyecto de esta categoría. No es una simple novela autoconclusiva, sino que Minstrey Valley tienen una envergadura mayor y dota de gran potencialidad a la novela de regencia. Y pienso que este va a ser uno de los baluartes para todos los lectores que se acerquen a los lindes de este pueblecito. Además, la progresión y desarrollo de la vida de cada una de las historias va a ir enmarañando –en el buen sentido de la palabra– la concepción del proyecto.

Otro punto destacable de la página web es el acercamiento a cada una de las autoras. Gracias por dotar y facilitar un espacio y conocer un poco mejor a cada una de las artífices del proyecto. Marcado con algunas preguntas literarias para descubrir sus preferencias, sus autores/as favoritos o sus inicios en el género, también ayuda a situar la sororidad del proyecto. Resulta fundamental dotar de la importancia que merece y del eco necesario a nivel literario y profesional un reto de este tipo.

Por último, un foro y un espacio para comentar y compartir las impresiones, reseñas, valoraciones y demás pensamientos que la comunidad quiera proponer. He fisgoneado y aún está en sus inicios, pero considero que se puede convertir en “los salones de la época” para disfrutar de una agradable velada.

Toda esta conjunción es la prestancia de Minstrey Valley. Observándolo desde un prisma objetivo es una maravilla que ideas como esta cobren vida y distintas mujeres se sumen a poner sus talentos en la creación y recreación de un lugar como este. No recuerdo, o al menos mi conocimiento no me llega a conocerlo, una apuesta literaria de este porte y de tal magnitud. Seguramente habrá apuestas similares o de corte parecido en otros géneros (no incluyo aquí bilogías, trilogías o sagas de un solo autor/a), sino que es un trabajo colectivo maravilloso.

Tal ha sido mi fascinación que dentro de poco comenzaré una estancia duradera en Minstrey. Son de esas veces que la intuición marca las pautas de las lecturas que tenías pensadas. Pero esta es una apuesta digna de ello. Y, por supuesto, haremos las reseñas y crónicas pertinentes. Siempre es bueno dar a conocer el trabajo, mimo y laboriosidad de distintas autoras.

Así que, como no podía ser de otra manera, el mes de julio es un momento fabuloso para hacer las maletas y volar. Picaré billete y reservaré una habitación por una buena temporada. Veremos con quién nos encontramos y qué historias compartimos.

Pero de manera anticipada, enhorabuena por apostar por un proyecto literario de este tipo. Por actualizar y responder a nuevos formatos, demandas y exigencias en el mundo y tiempo en el que vivimos y por revitalizar un género tan potente como el romántico.