#8 De cítricos y menta · Ítaca
¡Buenos días de jueves a todos/as!
Penúltima semana del mes de agosto y última entrada de De cítricos y menta, proyecto que me ha acompañado durante todo el tiempo estival.
En esta ocasión el título de la octava entrega está íntimamente relacionado con un concepto que ha sido trascendental para la historia de la literatura así como para nuestra concepción personal como sociedad mediterránea: Ítaca.
Y es que representa la travesía, el destino, la paz y el reposo después del viaje del héroe. De la gesta que Ulises tuvo que realizar tras su batalla en Troya.
El mar siempre ha sido fiel testigo de las mayores afrentas, gestas y momentos de nuestra historia. De las batallas, la crudeza y la muerte. Pero al otro lado está la quietud. La espera de Penélope. El dulce recuerdo de las caricias, de la familia. De la paz.
Y es que hoy día vivimos muchas marejadas. Nos imbuimos en tempestades que nos transforman, nos convierten en hombres y mujeres diferentes. Los devenires en nuestro día a día, la realidad circundante o las dudas e incógnitas del futuro inmediato. Pero siempre está nuestra Ítaca. Nuestro hogar. Ese lugar en el que descalzarse y sintonizar con nosotros mismos. La sencillez, lo cotidiano y lo sabroso. Lo que da sentido a lo que somos. Nuestra propia identidad.
Y las "Penélopes". Esos compañeros/as de viaje que nos acogen, nos quieren y nos conocen. Aquellos que tienen fe ciega en nosotros. Los que no nos niegan una palabra, una caricia o un sabio consejo. Con quienes se puede SER y ESTAR. Son también casa. Son los brazos a los que nos acogemos cuando el mundo se cae a pedazos. Nuestra familia, amigos, parejas, compañeros/as de vida... siguen tejiendo día a día a pesar de nuestras debilidades y limitaciones.
Para acceder a la imagen y al texto puedes hacerlo en la sección de relatos o pinchando aquí.
Viajen, pues. Pero regresen a Ítaca.
¡Nos seguimos leyendo! :)
P.D. No quería dejar pasar la entrada sin agradecerte, querido/a lector/a, tu inestimable tiempo dedicándole unos pocos minutos a estos garabatos. Son solo impresiones de la vida, lo que supone y hace en nosotros día a día. Así que si ha generado alguna emoción en ti mi trabajo estará rubricado por completo. Gracias por acompañarme y haber exprimido lo ácido, lo dulce o lo salado de nuestro paso por esta tierra.
P.D.1 Por último, te recuerdo que esta semana he abierto una cuenta en Instagram donde el Espacio Loque, como viene haciendo en la web, presentará algunas crónicas, valoraciones o novedades literarias así como los nuevos programas de Relatos de mediodía que volverá con su segunda temporada en el mes de septiembre. Me encontrarás en @espacioloque.